No debería contar nunca nada, empieza por decir el narrador de esta historia, Jaime o Jacobo o Jacques Deza. Y sin embargo su tarea va a ser la contraria, a contarlo todo, hasta lo aún no sucedido, al ser contratado por un grupo sin nombre que durante la Segunda Guerra Mundial creó el M 16, el Servicio Secreto británico, y que aún funciona hoy en día de tal vez degradada, o acaso ya bajo diferentes auspicios.