En la Ucrania rural, una pareja de propietarios acomodados tiene un hijo que ha nacido ciego. Mientras el padre se desentiende del niño, la madre, sensible y lúcida, decide fomentar y educar sus sentidos en la medida de sus posibilidades. La lectura constante y el contacto con la naturaleza: las estaciones, el viento, la nieve, los rumores de bosque y, sobre todo, la música, para la que el niño está especialmente dotado, logran que el joven ciego se convierta en una persona independiente y capaz. Sin embargo, en el ánimo del ciego subsisten preguntas que nadie sabe responder: ¿cómo son las nubes?, ¿el sol?, ¿las estrellas?