AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a todos aquellos que colaboraron con su apoyo, moral, intelectual y profesional, a que este libro se terminara.
A mis queridos amigos y maestros, Víctor Manuel Medina, Jorge Berroa y Antonio Cortina. A los doctores del Instituto de Neurobiología de la Universidad Autónoma de México, José Luis Díaz, Flavio Mena Jara, Thalía Harmony y Juan Silva.
A mi quiropráctico, el doctor Francisco Díez Gurtubay, y a mi acupunturista, Soledad Ruiz. También a mi hermano, el doctor Julio Esquivel Valdés.
A Javier, mi esposo, a Sandra, mi hija, a todos mis amigos y familiares por la enorme cantidad de emociones que me provocan, pues ellas son la base de todo lo que escribo.