Una vez que haya construido esta pantalla en su mente, proyecte en ella algo familiar y sencillo, como una naranja o una manzana. Cada vez que entre a nivel, sostenga tan solo a una imagen; la puede cambiar en la siguiente ocasión. Concéntrese en hacerla cada vez más real, en tres dimensiones, a todo color, con todos sus detalles. No piense en nada más.

Se ha dicho que el cerebro es como un vehículo sin control; se bandea sin rumbo de una cosa a otra. Es sorprendente observar cuan poco dominio tenemos sobre nuestro cerebro, a pesar del espléndido trabajo que en ocasiones nos rinde. No obstante, otras veces nos vuelve la espalda, produciendo a traición un dolor de cabeza, o bien una urticaria y hasta una úlcera. Este cerebro nuestro es muy poderoso, demasiado poderoso para dejarlo sin control.) Pero una vez que hayamos aprendido a usar nuestra mente para entrenarlo, hará por nosotros algunas cosas sorprendentes, como pronto lo veremos.

Entretanto, tenga paciencia con este sencillo ejercicio. Mediante el uso de su mente, entrene a su cerebro para entrar tranquilamente a nivel Alfa y para concentrarse exclusivamente en una imagen sencilla en forma cada vez más vívida En un principio, (cuando interfieran otros pensamientos, muéstrese indulgente pero lentamente, haga que se aparten en forma paulatina y regrese al centro al único objeto que le debe interesar. El irritarse o ponerse tenso lo sacará del nivel Alfa.

Esta es la meditación como se practica generalmente por todo el mundo. Si usted lleva al cabo esto y nada más, experimentará lo que William Wordsworth llamó: "Una dichosa tranquilidad de la mente", y una paz interior aún más profunda y duradera. Esto vendrá como una experiencia emocionante conforme usted alcance niveles mentales más profundos; después se acostumbrará a ello y la emoción pasará. Cuando esto sucede algunas personas lo abandonan todo. Se olvidan de que esto no es un "viaje novedoso", sino el primer paso en lo que bien puede ser la jornada más importante de su vida.

4. MEDITACIÓN DINÁMICA

La meditación pasiva, acerca de la cual acaba usted de leer (y que espero esté a punto de experimentar) se puede lograr de otras maneras. En lugar de concentrarse en una imagen visual, puede concentrarse en un sonido, tal como OM o UNO o AMÉN, emitido en voz alta o mentalmente, o también al respirar.

Puede concentrarse en un punto de energía del cuerpo o en un ritmo monótono como de danza con tambores, o escuchar un sonoro canto gregoriano mientras observa la representación majestuosa de un rito religioso. Todos estos métodos y algunas combinaciones de ellos que se practican lo conducirán a un tranquilo nivel de meditación.

Yo prefiero la cuenta regresiva para que usted llegue a ese nivel, porque al principio se requiere de un poco de concentración, y la concentración es la clave del éxito. Una vez que haya alcanzado su nivel en varias ocasiones con este método, el método quedará asociado en su mente con el resultado exitoso y el proceso se convertirá en algo automático.

Cada uno de los resultados exitosos obtenidos en Control Mental se convierte en lo que nosotros llamamos un "punto de referencia": evocamos la experiencia anterior en forma consciente o inconsciente, la repetimos y partimos desde allí.

Una vez que haya alcanzado el nivel meditativo, no es suficiente con limitarse a permanecer en él y esperar a que algo suceda. Realmente es hermoso y tranquilizante y en efecto contribuye a su salud, pero estos son logros modestos comparados con aquello que es posible llevar al cabo. Vaya más allá de esta meditación pasiva, entrene a su mente para actividades organizadas y dinámicas (para las cuales estoy convencido que la mente fue diseñada) y los resultados lo sorprenderán.

Doy mucha importancia a esto ahora porque este es el momento para que nosotros vayamos más allá de las técnicas de meditación pasiva sobre las cuales acaba de leer y aprendamos a usar la meditación en forma dinámica para resolver algunos problemas. Ahora verá la razón por la cual es tan importante el sencillo ejercicio de visualizar una manzana, o cualquier otra cosa que usted escoja.

Ahora, antes de entrar a nivel, piense en algo agradable, no importa que tan trivial sea, algo que haya sucedido ayer o el día de hoy. Repase el hecho brevemente en su mente, y después entre totalmente a nivel y proyecte el incidente completo en su pantalla mental ¿Cuáles fueron las escenas, los olores, los sonidos y los sentimientos que usted tuvo en ese momento? Todos los detalles. Se sorprenderá ante la diferencia que existe entre su memoria Beta de aquel incidente y su recordación Alfa de él. Es casi tan grande como la diferencia entre decir la palabra "nadar" e irse a nadar realmente.

¿Qué valor tiene esto? Primero, constituye un escalón que conduce a algo más grande, y segundo, resulta de utilidad por sí mismo. Aquí tiene la manera como lo puede usar:

Piense en algo que usted posee que no esté perdido, pero que requeriría de un momento de búsqueda para encontrarlo. Las llaves de su auto, tal vez. ¿Se encuentran sobre su mesita de noche, en su bolsa, en el auto? Si no está seguro, entre a nivel, retroceda al momento en que las tuvo por última vez, y vuelva a vivir ese momento. Ahora proceda hacia adelante en el tiempo y las localizará si se encuentran en el sitio en el que las dejó. (Si alguna otra persona las tomó, usted tiene otro tipo de problema por resolver, mismo que requiere de técnicas mucho más avanzadas).

Imagine un alumno que recuerda que su profesor dijo que habría un examen este miércoles… ¿o dijo el próximo miércoles? Lo puede aclarar por sí mismo a nivel Alfa.

Estos son ejemplos típicos de pequeños problemas cotidianos que esta sencilla técnica de meditación puede resolver.

Ahora vamos a dar un salto gigantesco hacia adelante. Vamos a conectar un acontecimiento real con uno deseable que usted imagine, y veremos qué es lo que sucede con el imaginario. Si usted opera de acuerdo con algunas leves muy sencillas, el acontecimiento imaginario se convertirá en suceso real.

1ª ley: Es preciso que tenga él deseo de que el acontecimiento tenga lugar. "La primera persona que yo vea en la calle mañana se estará sonando la nariz". Esto sería un proyecto hasta tal punto inútil que su mente lo rechazará y es probable que no funcione. Pero su jefe se mostrará más complaciente, cierto cliente estará más receptivo hacia lo que le está vendiendo, encontrará satisfacción en una tarea que por lo general le resulta desagradable… estos prospectos que pueden implicar una medida razonable de deseo.

2ª Ley: Es preciso que aliente la creencia de que el acontecimiento puede tener lugar. Si su cliente tiene demasiada existencia del producto que usted vende, usted no puede creer razonablemente que él estará ansioso por comprar. Si usted no puede creer, dentro de un margen razonable, que el suceso puede ocurrir, su mente trabajará en su contra.

3ª Ley: Es necesario que usted posea la esperanza de que el acontecimiento tenga lugar. Esta es una ley más útil. Las dos primeras son sencillas y pasivas. La tercera introduce un poco de dinámica. Es posible desear un acontecimiento, creer que puede tener lugar, y aún así no tener la esperanza de que se produzca. Usted quiere que su jefe esté de buen talante mañana, sabe que puede estarlo, pero aún así puede estar un tanto lejos de esperar que así sea. Aquí es donde aparecen Control Mental y la visualización eficaz, como veremos en un momento.

4ª Ley; Usted no puede provocar un problema. No hablamos de que si debe hacerlo, sino de poder causarlo. Esta es una ley fundamental que abarca todo. "Qué bueno sería si pudiera yo hacer que mi jefe cometiera un error tan absurdo que lo despidieran y me dieran su puesto". Cuando se trabaja en forma dinámica a nivel Alfa estamos en contacto con la Inteligencia Suprema y desde tal perspectiva no sería nada "bueno" desearle eso a su jefe. Usted puede hacer que pesquen al jefe en falta y lo despidan, pero esto lo estaría usted haciendo enteramente por su cuenta… y en Beta. En Alfa sencillamente no funciona.


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