— Tu escolta de Seguridad Imperial me informу de que recuperaste la rйplica. їTodavнa funcionaba?

— Vaagen la estб examinando en este momento. Miles se encuentra con vida. Aъn no se conocen los daсos. Oh, parece que Vordarian tuvo algo que ver con el ataque de Evon Vorhalas. No de forma directa, sino a travйs de algъn agente.

— Illyan ya sospechaba algo. — La abrazу con mбs fuerza.

— Respecto a Bothari — prosiguiу ella -, no se encuentra muy bien. Se ha visto sometido a una tensiуn demasiado grande. Necesita un verdadero tratamiento que sea mйdico, no polнtico. La tйcnica que utilizaron para borrar sus recuerdos es horrible.

— En ese momento le salvу la vida. Era mi compromiso con Ezar. Yo no tenнa ningъn poder entonces. Ahora podrй ayudarlo mejor.

— Lo harбs. Se ha ligado a mн como un perro. Son sus propias palabras. Y yo lo he utilizado como tal. Le debo… todo. Pero me asusta. їPor quй yo?

Vorkosigan pareciу muy pensativo.

— Bothari… no posee un gran sentido de identidad. Cuando lo conocн, en su peor momento, su personalidad estaba a punto de dividirse en mъltiples facetas. De haber tenido una mejor educaciуn, podrнa haberse convertido en el espнa ideal. Es un camaleуn. Un espejo. Se convierte en cualquier cosa que se le pida. No creo que se trate de un proceso consciente. Piotr espera un criado leal, y Bothari interpreta ese papel con semblante impasible. Vorrutyer querнa un monstruo, y Bothari se convirtiу en su torturador y su vнctima. Yo pedн un buen soldado, y eso fue para mн. Tu… — Su voz se suavizу -. Tъ eres la ъnica persona que mira a Bothari y ve a un hйroe. Por lo tanto, en eso se transforma para ti. Se aferra a ti porque tъ lo conviertes en un hombre mбs valioso de lo que jamбs soсу ser.

— Aral, eso es una locura.

— їSн? — Aral le besу el cabello -. Pero йl no es el ъnico sobre el que ejerces un efecto tan peculiar.

— Me temo que yo no me encuentro en mucha mejor forma que Bothari. Cometн una torpeza, y Kareen muriу. їQuiйn se lo dirб a Gregor? Si no fuera por Miles… Mantйn alejado a Piotr de mн, o te juro que la prуxima vez saltarй sobre йl. — Estaba temblando otra vez.

— Shhh. — Йl la meciу un poco -. їCrees que al menos podrбs dejar en mis manos la limpieza final? Todos estos sacrificios no habrбn sido en vano.

— Me siento sucia, enferma.

— Sн, eso suele ocurrir cuando uno regresa de un combate. Conozco la sensaciуn. — Aral se detuvo -. Pero si una betanesa puede volverse tan barrayaresa, tal vez no sea imposible que los barrayareses se vuelvan un poco betaneses. El cambio es posible.

— El cambio es inevitable — afirmу ella -. Pero no lo conseguirбs con el estilo de Ezar. El tiempo de Ezar ha pasado. Tendrбs que encontrar tu propio camino, rehacer este mundo para que Miles pueda sobrevivir en йl. Y Elena, Ivбn y Gregor.

— Como usted desee, seсora.

En el tercer dнa despuйs de la muerte de Vordarian, la capital se rindiу a las tropas leales. A pesar de que hubo algъn intercambio de disparos, las acciones no fueron tan sangrientas como Cordelia habнa temido. Sуlo dos focos de resistencia, en Seguridad Imperial y en la propia Residencia, tuvieron que ser desalojados por tropas terrestres. La guarniciуn que custodiaba el hotel del centro con sus rehenes terminу por rendirse, despuйs de varias horas de negociaciones. Piotr permitiу que Bothari tuviese un dнa libre para que pudiera recoger a su hija y llevarla a casa junto con la seсora Hysopi. Por primera vez desde su regreso, esa noche Cordelia durmiу en paz. Evon Vorhalas habнa estado al mando de las tropas terrestres de Vordarian en la capital, y se encontraba a cargo de defender el centro de comunicaciones militares en el cuartel general. Muriу en las ъltimas refriegas del combate, asesinado por sus propios hombres cuando rechazу la oferta de una amnistнa a cambio de su rendiciуn. En cierto sentido, Cordelia se sintiу aliviada. Para los seсores Vor, el castigo por traiciуn era la exhibiciуn pъblica y la muerte por inaniciуn. El difunto emperador Ezar no habнa vacilado en mantener aquella atroz tradiciуn. Cordelia sуlo podнa rezar para que cuando Gregor accediera al trono, la derogase.

Sin Vordarian para mantenerla unida, la coaliciуn rebelde se dispersу en varias facciones diferentes. En la ciudad de Federstok un lord Vor extremadamente conservador alzу su estandarte y se autoproclamу emperador, sucediendo a Vordarian; treinta horas despuйs fue sometido. En un Distrito de la costa este, perteneciente a uno de los aliados de Vordarian, el conde se suicidу antes de ser capturado. En medio del caos, un grupo anti-Vor declarу una repъblica independiente. El nuevo conde, un coronel de infanterнa que nunca habнa imaginado ser objeto de tantos honores, ya que su familia no era de linaje, se opuso de inmediato a este violento giro progresista. Vorkosigan dejу la cuestiуn en sus manos, reservando las tropas imperiales para asuntos que no perteneciesen al gobierno interno de los Distritos.

— No podrбs llegar hasta la mitad del camino y detenerte — murmurу Piotr, disgustado ante tanta delicadeza.

— Paso a paso — le respondiу Vorkosigan con expresiуn sombrнa -, llegarй a dar la vuelta al mundo. Ya lo verбs.

Al quinto dнa, Gregor fue conducido de regreso a la capital. Vorkosigan y Cordelia fueron los encargados de comunicarle la muerte de Kareen. El niсo se echу a llorar, desconsolado. Cuando se calmу, lo llevaron a una revista de tropas en un coche con la cubierta transparente. En realidad eran las tropas quienes debнan pasarle revista a йl, para comprobar que estaba con vida a pesar de los rumores que habнa lanzado Vordarian. Cordelia viajу a su lado. El dolor silencioso del niсo le destrozу el corazуn, pero segъn su punto de vista era mejor esto que hacerlo desfilar primero y contбrselo despuйs. Ella no habrнa soportado que el pequeсo le preguntara cuбndo volverнa a ver a su madre durante todo el viaje.

El funeral de Kareen fue un acontecimiento pъblico, aunque las ceremonias no fueron tan fastuosas debido a las circunstancias caуticas. Gregor tuvo que encender una ofrenda por segunda vez en aquel aсo. Vorkosigan pidiу a Cordelia que guiase su mano hacia la antorcha. Esta parte de la ceremonia funeraria parecнa casi redundante, despuйs de lo que ella habнa hecho con la Residencia. Cordelia agregу un mechуn de sus propios cabellos a la pira. Gregor permaneciу aferrado a ella.

— їTambiйn van a matarme a mн? — le preguntу. No parecнa asustado, sуlo invadido por una curiosidad morbosa. En un aсo habнa perdido a su padre, su abuelo y su madre; tenнa razones para considerarse el siguiente en la lista, por mбs que a su edad no tuviese muy claro el concepto de muerte.

— No — le dijo ella con firmeza. Su brazo lo estrechу con fuerza por los hombros -. Yo lo impedirй. — Gracias a Dios, sus palabras sin fundamento parecieron consolarlo.

Yo cuidarй a tu hijo, Kareen, pensу Cordelia mientras se elevaban las llamas. El juramento era mбs valioso que cualquier ofrenda quemada en la pira, ya que con йl su vida quedaba ligada para siempre a Barrayar. Pero el calor sobre su rostro pareciу aliviar un poco el dolor de su cabeza. El alma de Cordelia era como un caracol exhausto, sellado dentro de su caparazуn. Se arrastrу como una autуmata durante el resto de la ceremonia, y en ocasiones nada de lo que la rodeaba parecнa tener ningъn sentido. Los Vor barrayareses la trataban con una frнa formalidad.

Seguramente me consideran peligrosa, una loca a quien se le ha permitido abandonar el desvбn porque conoce a gente importante. Al fin comprendiу que sus exageradas muestras de cortesнa significaban respeto.

Esto la enfureciу. Toda la valentнa de Kareen no le habнa servido para nada. La terrible experiencia que habнa sido el parto de Alys Vorpatril era algo normal. Pero si uno corta la cabeza de un idiota se convertнa en una persona verdaderamente respetable… Ўpor Dios!

Cuando regresaron a sus habitaciones, Aral necesitу una hora para calmarla, y entonces Cordelia sufriу un ataque de llanto. Йl permaneciу a su lado.

— їPiensas usar esto? — le preguntу ella cuando pudo recuperar algo parecido a la coherencia -. Esta, esta… nueva condiciуn social que tengo. — Cуmo odiaba aquellas palabras que le dejaban un regusto amargo en la boca.

— Utilizarй cualquier cosa — dijo йl con suavidad -, si me ayuda a convertir a Gregor en un hombre competente, que lleve adelante un gobierno estable, dentro de quince aсos. Te utilizarй a ti, a mн, a quien sea necesario. Despuйs de haber pagado un precio tan alto, no podemos permitirnos el lujo de fracasar.

Ella suspirу y colocу la mano entre las de su marido.

— En caso de accidente, puedes donar mis уrganos. Asн somos los betaneses. No desperdiciamos nada.

Aral esbozу una sonrisa triste y apoyу la frente en la de ella sin decir una palabra.

La promesa silenciosa que Cordelia le habнa hecho a Kareen se hizo oficial cuando ella y Aral, como pareja, fueron designados por el Consejo de Condes como tutores de Gregor. Legalmente, esto tenнa una diferencia con la custodia de Aral como regente del imperio. El primer ministro Vortala instruyу a Cordelia y le dejу bien claro que sus deberes no comprendнan ninguna clase de poder polнtico. Su nuevo cargo sн implicaba algunas cuestiones econуmicas, como la administraciуn fiduciaria de ciertas propiedades Vorbarra que no pertenecнan al imperio, heredadas por Gregor como conde Vorbarra. Y por indicaciуn de Aral, se delegу en ella el cuidado diario del niсo, ademбs de su educaciуn.

— Pero Aral — objetу Cordelia -, Vortala puso mucho йnfasis en que yo no tendrнa ningъn poder.

— Vortala… no lo sabe todo. Digamos que le cuesta un poco reconocer algunas formas de poder que no implican fuerza. Aunque no dispondrбs de mucho tiempo para ejercer tu influencia. A los doce aсos Gregor ingresarб en la escuela preparatoria para la Academia.

— їPero ellos comprenden que…?

— Yo lo comprendo. Y tъ tambiйn. Con eso basta.


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