Para experimentar la PES, los estudiantes de Control Mental no atraviesan por ejercicios de adivinación de naipes. Estos tienen por objeto descubrir si las personas son psíquicas. Nosotros ya sabemos que lo son y por lo tanto nos fijamos una tarea de mayor magnitud: entrenarlas para desempeñarse psíquicamente en la vida real de maneras hasta tal punto estimulantes que experimenten una especie de "exaltación" espiritual, tan exquisitamente intensa que sus vidas no vuelvan a ser iguales. Esto se produce al final de aproximadamente cuarenta horas de instrucción y ejercicios.

Nosotros enseñamos a los individuos en forma rutinaria y segura a funcionar psíquicamente y lo hemos hecho así con más de un millón de graduados.

Cuando haya usted dominado todas las técnicas presentadas hasta el momento en este libro, estará muy cerca de empezar a practicar la PES. Será capaz de entrar a niveles mentales profundos y permanecer completamente consciente, y podrá visualizar cosas y acontecimientos casi con la plenitud de la realidad que nos proporcionan los cinco sentidos físicos.

En las clases de Control Mental los estudiantes están cerca de operar psíquicamente hacia el final del segundo día, y el tercer día en realidad ya operan psíquicamente, para proyectar su conciencia fuera de su cuerpo, j

Ellos empiezan con un sencillo ejercicio de imaginación visual. En un estado profundo de meditación se proyectan en frente de sus hogares imaginando que están allí. Toman nota con sumo cuidado de todo lo que ven antes de entrar por la puerta principal, para ubicarse en la sala dando la cara a la pared sur. Ellos ven esta habitación por la noche, con las luces encendidas, y después a la luz del día, con los rayos del sol que entran por las ventanas, y estudian todos los detalles que pueden recordar. Después tocan la pared sur y entran en ella. Esto puede parecer estrafalario, pero es perfectamente natural para aquellos que han pasado por un entrenamiento intenso en el área de la visualización.

En el interior de la pared se encuentran en donde nunca antes han estado, de modo que "examinan'' su nuevo ambiente observando la luz, los olores, la temperatura, y mediante algunos golpes en el interior de la pared, la solidez de los materiales. Cuando están nuevamente fuera de la pared y de frente a ella, cambian su color a negro, rojo, verde, azul y violeta, y después le devuelven su color original. Después levantan una i silla (que carece de peso en esta dimensión) y la estudian contra la pared mientras cambian nuevamente su color. Hacen esto con una sandía, un limón, una naranja, tres plátanos, tres zanahorias y una cabeza de lechuga.

Cuando esta sesión llega a su fin, se ha dado el primer paso importante (para dejar a la mente lógica en el asiento trasero y a la mente imaginativa en el delantero, en donde se encuentran los controles En el tipo de ejercicios que estoy describiendo en este momento, la mente lógica le dice al estudiante:

– No me digas que estás en el interior de una pared o en otro sitio absurdo. Tú sabes que esto no puede ser; estás sentado aquí.

Pero la mente imaginativa, ya fortalecida por una serie de ejercicios de visualización, está capacitada para ignorar esto.

Conforme se fortalece todavía más la imaginación, lo mismo sucede con nuestros poderes psíquicos. Es la mente imaginativa la que los contiene.

A lo largo de la siguiente sesión los estudiantes se proyectan mentalmente dentro de cubos o cilindros de metal (acero inoxidable, cobre, bronce y plomo) en los que, como hicieron en el interior de la pared, examinan la luz, el olor, el color, la temperatura y la solidez, todo esto a un ritmo lo suficientemente acelerado para evitar que interfiera la lógica.

Los estudiantes avanzan gradualmente de situaciones simples a composiciones más complejas de la materia, e inician su proyección dentro de la materia viviente con un árbol frutal. Examinan un árbol frutal en sus pantallas mentales a través de las cuatro estaciones, contra una secuencia de colores, y después se proyectan dentro de las hojas y los frutos

Ahora vamos a dar un paso gigantesco hacia adelante: la proyección dentro de una mascota, un animalito casero. Los estudiantes han tenido un éxito tal hasta este momento, que la pregunta: "¿puedo hacer esto realmente?", cruza ya por muy pocas mentes, Con actitud confiada examinan a una mascota desde afuera contra sus pantallas mentales, cambiando los colores; luego, con la misma confianza, entran mentalmente en el cráneo y el cerebro viviente. Después de unos cuantos minutos de reconocimiento dentro de la cabeza de la mascota, emergen una vez más para examinarla desde afuera, concentrándose esta vez en el pecho. Ahora penetran al pecho para examinar la caja torácica, la espina, el corazón, los pulmones, el hígado; después vuelven a salir, armados ahora con puntos de referencia para lo que probablemente será el día más pasmoso de su vida; el cuarto día, en el cual trabajarán con humanos. No obstante, es preciso llevar al cabo algunas tareas preparatorias antes de esto.

En un nivel de meditación especialmente profundo, en ocasiones bien entrados en Theta, los estudiantes de Control Mental (en su imaginación ahora bien entrenada) construyen laboratorios del tamaño, forma y color que deseen y con los que se sientan a gusto. Estos laboratorios incluirán un escritorio y una silla de su propio diseño, un reloj, un calendario que contenga todas las fechas, pasadas, presentes y futuras, además de unos archiveros. Nada fuera de lo común hasta el momento.

Para comprender el siguiente paso es necesario señalar una vez más lo lejos que se encuentra nuestro aparato psíquico sensorial del idioma y de la lógica, y lo próximo que se encuentra a las imágenes y a los símbolos. Señalo esto porque el siguiente paso consiste en equipar el laboratorio con “instrumentos" para corregir en forma psíquica las anormalidades detectadas en los humanos que serán examinadas al día siguiente.

La mayor parte de estos instrumentos no se parecen a nada de lo que usted haya observado en un laboratorio. Son símbolos altamente instrumentales… instrumentos simbólicos, si así lo prefiere.

Imagine una coladera fina para filtrar las impurezas de la sangre; un cepillo delicado para sacudir el polvo blanco (calcio) que se puede detectar en forma psíquica en los casos de artritis; lociones para llevar al cabo curas rápidas; baños para lavar los sentimientos de culpabilidad; un equipo de sonido con música especial para calmar a los desdichados. Cada uno de los estudiantes forma su propio armamento; no hay dos juegos de herramientas que sean idénticos, provienen del sitio en donde todo es posible, de los niveles mentales profundos, y un gran número de graduados llega a darse cuenta de que la labor que realiza con ellos tiene repercusiones en lo que nosotros llamamos el mundo objetivo.

Mientras el estudiante trabaja con estos instrumentos, puede ser que tenga necesidad de recibir algún consejo sabio que lo ayude en los momentos de confusión… una "suave vocecita" interna. Sin embargo, para el estudiante de Control Mental, no es una vocecita, sino una voz sonora, y no es una, son dos.

En su laboratorio evoca a dos consejeros, un hombre mujer. Antes de que inicie su sesión de meditación se le dice que hará esto y, si es como la mayor parte de los demás estudiantes, tendrá una idea bastante firme de las personas que desea como consejeros. Muy pocas veces obtiene su deseo pero casi nunca queda desilusionado.

Un estudiante que esperaba conocer a Albert Einstein, se encontró en su lugar con un hombrecito con el rostro pintado como un payaso, con una pelota de ping pong de color rosado a guisa de nariz, y con una gorra coronada con un molinete. El hombrecito resultó ser una fuente confiable de consejos prácticos.

Otro estudiante, Sam Merrill, quien escribió un artículo sobre Control Mental en la revista New Times (2 de mayo de 1975), evocó a dos personas por demás reales como consejeros, si bien su comportamiento estaba completamente alejado de sus verdaderas personalidades.


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