Después de su primer acierto, el estudiante de Control Mental se convence de que no está "imaginando solamente". Está imaginando y aprendiendo a confiar en lo primero que le viene a la mente. Esto se debe a que su don psíquico está surgiendo.
Lo que está en juego son leyes perfectamente naturales. Nuestra mente no está limitada a nuestra cabeza; alcanza más allá. Pero para que lo haga con eficacia, es preciso que esté motivada por el deseo, estimulada por la creencia e incitada por la expectativa.
En su primer caso el estudiante promedio no tiene una expectativa elevada. Si acaso está informado y tiene la mente abierta, sabe perfectamente bien que existe algo llamado PES, pero el entrenamiento que ha recibido a lo largo de su vida le ha "comprobado" que la PES es una habilidad que aparece en otros, no en él. Una vez que descubre lo contrario, una vez que logra su primer acierto, su expectativa salta con ímpetu y se pone en marcha. Unas cuantas horas más tarde, con ocho o nueve casos buenos más en su haber, se convertirá en un graduado de Control Mental.
"Una y otra vez observé estudiantes que diagnosticaban enfermedades correctamente…" escribió Bud Thomas, editor de la revista Midnight en su artículo titulado "Las clases de Control Mental PUEDEN mejorar su poder mental" (19 de noviembre de 1973). Y describe un caso que presenció, mismo que pensó que resultaría especialmente difícil en virtud de que ni él ni nadie sabía de qué enfermedad se trataba.
Ese mismo día, unas cuantas horas antes, había visitado a su hijo que se encontraba en el hospital. Había otro paciente en la habitación. El señor Thomas no se enteró de nada acerca de él, excepto de su nombre.
Aquí tenemos lo que el psíquico descubrió: la pierna derecha estaba "como paralizada", los brazos y los hombros estaban tiesos, y algunas vértebras de la espina estaban fusionadas a causa de una enfermedad. Además de ello, el hombre tenía la garganta irritada y el intestino inflamado. Tenía una estatura de cinco pies y medio y pesaba ciento cinco libras.
De regreso en el hospital, el señor Thomas averiguó que el paciente había sido víctima de la polio durante su niñez. Se había caído de una silla de ruedas y se había roto la cadera derecha, y todo lo demás que había dicho el estudiante de Control Mental estaba correcto, excepto en lo de la garganta irritada y el intestino inflamado. Estos fueron síntomas de su hijo.
Suele suceder que lo que parecen ser equivocaciones, como esta, resultan ser aciertos en otro blanco equivocado. Con la práctica mejoran los aciertos. Cuando la práctica es mayor, el psíquico puede relacionarse con cosas al igual que con personas.
Dick Mazza, un actor y cantante de Nueva York, complementa sus ingresos mecanografiando manuscritos de libros para escritores y editores. Un día perdió un manuscrito y llamó desesperado a un graduado de Control Mental para que lo ayudara a encontrarlo. La última vez que lo había tenido, dijo, había sido al entrar al auditorio de una pequeña iglesia para ensayar una obra de teatro. Estaba saliendo un grupo de estudiantes de funeraria que habían celebrado su ceremonia de graduación. El manuscrito se encontraba dentro de un sobre blanco con el nombre y la dirección de Dick, y la palabra "urgente" escrita encima del sobre.
El graduado de Control Mental tiene como uno de sus consejeros a una anciana muda cuya ayuda se limita a movimientos de afirmación o negación con la cabeza y a una especie de lenguaje de señas. El consejero masculino ayuda como intérprete y ocasionalmente contribuye con sus propios consejos.
El graduado visualizó el manuscrito como Dick lo había descrito. Lo vio en medio de un montón de papeles, sobre un enorme escritorio desordenado.
– ¿Está seguro el manuscrito en ese lugar? -preguntó a su consejera. Ella afirmó con la cabeza.
– ¿Lo tienen los nuevos estudiantes de funeraria?
– No.
– ¿Se encuentra en el escritorio en la iglesia?
– No.
– ¿Me lo regresarán pronto?
– Sí.
– ¿Quién lo tiene?
Ella señaló al propio graduado.
– ¿Yo lo tengo? -preguntó él.
– No.
El consejero vino al rescate.
– Ella quiere decir que alguien de su edad lo tiene. Esta persona le pidió a una joven que se llevara sus papeles a su oficina porque iba a salir a celebrar con sus alumnos. Se encuentra sobre su escritorio. No se preocupe, cuando lo vea, se lo enviará a Dick.
Dos días más tarde el director administrador de la escuela de la funeraria llamó a Dick por teléfono. Después de la graduación, le explicó, habla recogido un montón de papeles que de alguna manera incluían el manuscrito, y le había pedido a su secretaria que los pusiera sobre su escritorio porque iba a salir a tomar unas copas con los nuevos graduados.
A muchos se les ha ocurrido que en nuestros estudios de rehabilitación estamos tratando nada más con trasferencias de pensamiento. (¡Nada más! ¡Cuan exigentes son algunos individuos!)
El caso que usé como ejemplo (el del hombre al que le faltaba un pulmón) es un caso real. Usted recordará que hubo una equivocación aparente; el tobillo fracturado. El orientólogo pudo confirmar (las había anotado con anticipación) la cicatriz en la región mastoide y la falta del pulmón. Pero lo único que pudo decir respecto al tobillo fracturado fue:
– No estoy informado acerca de eso.
Más tarde la persona en cuyo caso se estaba trabajando confirmó el hecho de que se había fracturado el tobillo años antes, y que le ocasionaba una cierta molestia cuando el clima era húmedo. ¿Trasferencia de pensamiento? No como nosotros entendemos normalmente ese término; el pensamiento no estaba en la mente del orientólogo, ya que él no sabia nada acerca del tobillo fracturado. Tampoco es probable que hubiera estado en la mente del paciente en ese momento.
Otro caso: un estudiante que practicaba el caso de rehabilitación informó que una mujer tenía una cicatriz en el codo, a causa de una fractura. El orientólogo no estaba informado acerca de eso y lo verificó con la mujer, quien dijo que jamás se había lastimado el codo. Entonces, unos días más tarde la mujer mencionó el asunto a su madre. ¡Resultó ser que de niña se había fracturado el codo cuando tenía tres años de edad ¿Es esto trasferencia de pensamiento?
La energía psíquica que emiten las personas es más potente cuando está de por medio la supervivencia. Esto explica por qué es tan elevado el número de casos de PES espontánea que implican accidentes y muerte repentina.
Esta es la razón por la cual {nuestro ejercicio final es el hacer casos de rehabilitación con personas gravemente enfermas. El graduado que practica concienzudamente el estudio de rehabilitación aprende a percibir las señales psíquicas cada vez más sutiles, hasta que un día es capaz de prerrelacionarse psíquicamente con cualquier persona que tenga en mente, ya sea que la persona esté en grandes dificultades o no lo esté. Con la práctica se vuelve uno cada vez más sensible.
En mis primeros experimentos descubrí que los niños manifiestan habilidad psíquica con mayor facilidad que los adultos. Están mucho menos limitados por la perspectiva del nivel Beta en cuanto a lo que es posible, y su sentido de la realidad no se ha desarrollado hasta el punto en el que ellos se atreven solamente a decir aquellas cosas que parecen lógicas.
Un experimento que se llevó al cabo justamente cuando se acababan de formular las bases del curso de Control Mental, estaba diseñado para estructurar las sesiones de casos de rehabilitación que he descrito. Como usted verá, mi primera técnica era totalmente diferente de lo que es en la actualidad.
A dos niños, Tinimy y Jimmy, se les habían enseñado los elementos del curso. Yo los separé, colocando a cada uno en una habitación diferente, cada uno con un experimentador, una* especie de antecesor del psicorientólogo de ahora. Se le pidió a uno de los niños, a Jimmy, que entrara a nivel y creara algo, cualquier cosa, en su imaginación. Entre tanto Timmy, que se encontraba en la otra habitación, entró a nivel y se le pidió que averiguara qué era lo que se proponía Jimmy. Jimmy le dijo a su experimentador: