—Khalid tiene razones para desear un incidente, ser. Y mi padre está allí sentado, sin protección. Pueden decirle cualquier cosa, lo que quieran. ¿No es cierto?

Denys frunció el ceño, los gruesos dedos se enderezaron, después se volvieron a cruzar.

—Seely. Hazlo. Ahora.

—Sí —dijo Seely, y se fue.

Grant se levantó de la silla, siguió a Seely con la mirada. Y entonces llegó el pensamiento; y Justin se puso en pie y de pronto se enfrentó con dos guardias armados en la puerta.

—¿Qué va a hacer Seely? —preguntó Justin, mirando a Denys—. Eso no fue una instrucción. ¿Qué va a hacer?

—Tranquilo —recomendó Denys—. Tranquilo, hijo. Siéntate. Los dos, por favor. Hay planes para estos casos. No eres el primero que piensa en estas cosas. Seely entiende mis órdenes con pocas palabras.

—¿Qué casos?

—Dios, no queremos hacerle ningún daño a tu padre. Siéntate. Por favor. Tienes una imaginación desbordada esta noche.

—¿Qué va a hacer?

—Va al mostrador de la entrada y ellos transmitirán un código que no tienes por qué saber y que avisa al laboratorio de Planys que debe mantenerse alerta. Esto significa que Seguridad de Reseune no confía en nadie que no pertenezca a este cuerpo. Y nadie ajeno a Seguridad de Reseune puede entrar o salir. Decimos que ha habido un incidente de laboratorio. Muy simple. Como Jordan tiene la marca de Seguridad más alta de Planys... Quédate tranquilo, no recibirá ninguna llamada excepto las nuestras. Siéntate.

Justin se sentó. Grant lo imitó.

—Muy bien —suspiró Denys—. Gracias. Me doy cuenta del nivel de paranoia a que estás sometido, Justin. Claro que ha sido provocado, eso lo sé bien. Nunca hay que subestimar unos buenos nervios. Sentido de la tormenta. Seely nunca necesita escuchar las alarmas por problemas de clima. ¿No es raro, en una mente tan racional? ¿Qué te pareció la niña?

Por el flanco y sin aviso previo. Justin parpadeó, preocupado, y eso en sí mismo era una reacción que no hubiera querido tener.

—¿Ari? Estuvo brillante. ¿Qué otra cosa podía pasar?

—Estoy orgulloso de esa muchacha —sonrió Denys—. Ya sabes que elevó su puntuación psicológica seis puntos en menos de un mes, cuando la muy pilla decidió que le convenía hacerlo. Afirmé esto mismo ante el comité. Y no querían creer que lo hacía a propósito. Perdóname. Voy a estar de lo más nervioso hasta que la traigamos a casa a salvo y esté aquí, dentro de Reseune.

—Yo también. De verdad.

—Te creo. Claro que te creo. Tengo que decirte que, nuestra preocupación por tu padre ha sido completamente distinta en este viaje. Te prometí que te avisaría cuando Ari supiera algo sobre la muerte de su predecesora.

—Ya se lo ha dicho, entonces.

Denys se mordió el labio y se miró las manos.

—No todo. No todavía. —Levantó la vista—. Por otra parte, he sufrido mucho en esta primera entrevista. En un momento dado, estaba seguro de que cuando le preguntaran por qué su predecesora no se ocupó más de la forma de pasar la información, revelaría que Ari fue asesinada. Y entonces, el periodista hubiera ido directo a la relación que pudo haber entre el asesinato y la información, una conexión que no es válida, desde luego, pero... Por un momento, sentí que la suerte estaba echada, y entonces, Ari cambió el curso. Gracias a Dios. Realmente no quiero que oiga las palabras «el caso Warrick» por primera vez delante de las cámaras. O en las audiencias. Esta noche Ari vuelve a casa. Una partida antes de lo previsto, aviones de caza del Departamento de Ciencias con cobertura antiradar total. Ya ves que nosotros también estamos muy paranoicos. Giraud se lo va a contar en el viaje de vuelta. Así que ya te he advertido.

IV

—Ari —dijo Giraud, acomodándose en el asiento que Florian había dejado libre, frente al de Ari, mientras RESEUNE UNO volaba a través de la oscuridad y no había más que estrellas y las movedizas luces de los aviones que Giraud decía que volaban con ellos.

Porque tenían que ocuparse de las interferencias electrónicas y de todo tipo de cosas que hasta Florian y Catlin encontraban preocupantes. Porque habían desafiado a un hombre muy peligroso, muy desesperado, que tenía toda clase de contactos, y porque había gente loca en el mundo que tal vez intentaría algo y trataría de achacárselo a Defensa.

Se sentiría feliz, pensó Ari, cuando aterrizaran en Reseune. Los Enemigos no la molestaban, excepto el tipo de Enemigo que podría dirigir otro avión contra el que usaba ella o estropear los mandos o un Enemigo que fuera de Defensa y tratara de acusar a los terroristas, o un terrorista tratando de acusar a Defensa.

—Estamos bien —dijo Giraud—. El radar está totalmente limpio. Nuestra escolta es suficiente para que no intenten nada. Supongo que tienes muchas ganas de estar en tu cama esta noche.

Ah, mierda, tenemos que controlar el Cuidador cuando volvamos al apartamento, y Florian y Catlin están tan cansados como yo. Lo único que quiero es irme a la cama, Y no puedo dormir.

Hoy me ha preocupado una cosa —dijo Giraud—. Algo que tenía miedo de que te tiraran en cara. Es algo... que realmente no queríamos decirte. Pero creo... Denys cree... y lo comenté con él en el sistema del Departamento... que es mejor que lo sepas.

¡Dios, dilo de una vez!

Sabes que tu predecesora fue asesinada. Y que fue alguien de Reseune.

—¿Quién?

—Un hombre llamado Jordan Warrick. Ella parpadeó y sintió el pinchazo del cansancio en los ojos. Solamente conocía a un Warrick en Reseune.

—¿Quién es Jordan Warrick?

—Un Especial. La autoridad absoluta en diseño educativo. El padre de Justin Warrick.

Ella se frotó los ojos y se deslizó un poco en el asiento, mirando a Giraud.

—No quería que lo descubrieras ante las cámaras. No quiero que te enteres en el Concejo la semana que viene. Jordan y Ari tenían diferencias personales, profesionales y políticas. Acusó a Ari de manipular su trabajo y de robárselo, desde el punto de vista de él. Discutieron. ¿Quieres saberlo con detalle?

Ella asintió.

—Lo más probable, y él afirma que fue así, es que no fuera premeditado. Pelearon, una pelea física, y ella se dio un golpe en la cabeza y entonces él se asustó y trató de ocultar lo que había hecho. Pasó en el laboratorio de frío en el sótano del Ala Uno. La sección es muy vieja, las tuberías de criogenia no están recubiertas; él rompió una, voló la línea, cerró la puerta, todavía se cierra a veces y tiene que ver con la forma en que se construyó el edificio y no se la puede fijar; pero ahora le hemos quitado el cerrojo. Para decirlo en pocas palabras, Ari se congeló por el escape de nitrógeno líquido de la tubería rota. No hubo dolor; ella estaba inconsciente por el golpe. Jordan Warrick, un Especial, tuvo una audiencia en el Concejo. Fue un caso sin precedentes, los Especiales no asesinan. Y su mente..., tenga los fallos que tenga, está protegida por la ley. Él aceptó una transferencia fuera de Reseune. Vive en Planys. Justin lo visita de vez en cuando.

—¿Sabía lo que pasó?

—Justin no tenía ni idea de lo que iba a pasar. Tenía solamente dieciséis años. Había intentado, usando contactos de su padre, sacar a Grant de Reseune y llevarlo a Novgorod. Jordan quería el puesto de director de LÍNEAS ESPACIALES RESEUNE y la condición de Grant como número X significaba que tal vez resultaría difícil llevárselo con él. Pero salió mal, los contactos que usó Justin, amigos de su padre, estaban vinculados con los abolicionistas y trataron de hacerle una intervención a Grant. La hicieron muy mal. Siempre pensé que Grant salió a relucir en la discusión que Jordan mantuvo con Ari. Tuvimos que rescatar a Grant; estaba en el hospital esa noche, en muy mal estado, y Justin estaba con él en el momento del asesinato, así que sabemos perfectamente dónde se encontraba Justin. No tenía ni idea de que su padre fuera a ver a Ari. Y, por supuesto, ignoraba lo que su padre iba a hacer. Ari se sintió un poco mareada.


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