— No. Es fбcil de rastrear. Y no podrб pasar por los sitios adonde nos dirigimos.

Cordelia no estaba segura de que Alys estuviese en condiciones de correr, pero volviу a colocarse el aturdidor en la cintura y cogiу un brazo de la mujer. Drou la sujetу por el otro, y entre las dos la condujeron tras el sargento. Al menos esta vez Koudelka no serнa el mбs lento del grupo.

Alys estaba llorando, aunque no de forma histйrica; sуlo se volviу una vez para mirar el cuerpo de su esposo, y luego se concentrу en tratar de correr. No le resultaba fбcil. Estaba muy pesada, y se sujetaba el vientre tratando de mitigar las sacudidas.

— Cordelia — murmurу, pero no tuvo tiempo ni aliento para pedir ninguna clase de explicaciуn.

No se habнan alejado mбs de tres calles cuando Cordelia oyу las primeras sirenas en la zona que acababan de abandonar. Sin embargo Bothari parecнa haber recuperado todo el control de sн mismo. Atravesaron otro estrecho callejуn, y Cordelia notу que habнan cruzado a una regiуn de la ciudad donde las calles no estaban alumbradas. Sus ojos se esforzaron por ver en la bruma oscura.

Alys frenу bruscamente y permaneciу inclinada, jadeando. Cordelia notу que tenнa el vientre duro como una piedra; la parte trasera de su bata estaba empapada.

— їComienzas a tener dolores de parto? — le preguntу. No sabнa por quй hacнa esa pregunta; la respuesta saltaba a la vista.

— Ya hace un dнa y medio que… esto empezу — respondiу Alys. Parecнa incapaz de incorporarse -. Creo que rompн aguas allб, cuando ese maldito me arrojу al suelo. A menos que sea sangre… pero he perdido tanto que si lo fuera ya me habrнa desmayado. Ў Ah, cуmo duele! — Su respiraciуn se tornу mбs lenta, y enderezу la espalda con esfuerzo.

— їCuбnto le falta? — preguntу Kou, alarmado.

— їCуmo voy a saberlo? Soy nueva en esto. Usted sabe tanto como yo — replicу Alys Vorpatril. Un poco de ira para calmar el miedo. Aunque no servнa de nada; era como pretender calentarse con un vela en medio de una tempestad.

— Muy poco, dirнa yo — se escuchу la voz de Bothari en la oscuridad -. Serб mejor que continuemos.

Alys Vorpatril ya no podнa correr, pero logrу caminar bastante rбpido, deteniйndose cada dos minutos a descansar. Luego fue cada minuto.

— No lograremos llegar hasta allн — murmurу Bothari -. Espйrenme aquн.

Desapareciу por un… їpasadizo? Allн todas las calles parecнan callejones frнos y malolientes, demasiado estrechos para los coches terrestres. Sуlo habнan visto a dos personas en aquel laberinto, acurrucadas contra una pared, y se habнan apartado cuidadosamente para pasar.

— їPuede hacer algo para retenerlo? — preguntу Kou al ver que lady Vorpatril volvнa a doblarse -. Deberнamos… conseguir un mйdico o algo.

— Por eso saliу el idiota de Padma — dijo Alys con los dientes apretados -. Le supliquй que no lo hiciera… Ўoh Dios! — Despuйs de unos momentos, agregу -: La prуxima vez que tenga vуmitos, Kou, le sugiero que cierre la boca y trague… Ўno se trata exactamente de un reflejo voluntario! — Volviу a enderezarse, temblando violentamente.

— Ella no necesita un mйdico, necesita un lugar donde tenderse — dijo Bothari desde las sombras -. Por aquн.

Los condujo unos metros hasta una puerta de madera que poco antes habнa estado cerrada con tablas clavadas a la pared. A juzgar por las astillas, йl acababa de abrirla a puntapiйs. Cuando estuvieron en el interior con la puerta cerrada otra vez, Droushnakovi se atreviу a sacar una linterna del bolso. El haz de luz iluminу una habitaciуn pequeсa, vacнa y sucia. Bothari la inspeccionу rбpidamente. Dos puertas mбs habнan sido reventadas, pero todo estaba en silencio y oscuro. — Tendrб que servir — suspirу Bothari. Cordelia se preguntу quй diablos debнan hacer. Ella lo sabнa todo respecto a transferencias placentarias y cesбreas, pero sуlo podнa guiarse por la teorнa en lo concerniente a partos naturales. Era probable que Alys Vorpatril supiese aъn menos que ella, Drou todavнa menos, y Kou era un completo ignorante.

— їAlguien ha presenciado un parto alguna vez?

— Yo no — murmurу Alys. Sus ojos intercambiaron una mirada significativa.

— No estбs sola — dijo Cordelia con valentнa. La confianza debнa ayudarla a relajarse… debнa ayudarla a algo -. Todos te ayudaremos.

Con una extraсa renuencia, Bothari dijo:

— Mi madre era comadrona. A veces me llevaba con ella para que la ayudase. No es nada del otro mundo.

Cordelia controlу sus cejas. Era la primera vez que oнa a Bothari mencionar a alguno de sus padres.

El sargento suspirу. A juzgar por las miradas de los demбs, era evidente que acababa de asumir la tarea.

— Prйsteme su chaqueta, Kou.

Koudelka obedeciу muy galante y se dispuso a abrigar a la temblorosa seсora Vorpatril. Pareciу un poco desanimado cuando el sargento cubriу los hombros de Alys con su propia chaqueta y extendiу la de Koudelka bajo sus caderas. Allн tendida parecнa menos pбlida, pero de pronto contuvo el aliento y lanzу una exclamaciуn, mientras los mъsculos de su abdomen volvнan a tensarse.

— Quйdese conmigo, seсora Vorkosigan — murmurу Bothari. їPara quй?, se preguntу Cordelia. Pero lo comprendiу cuando йl se arrodillу y levantу suavemente las prendas de Alys Vorpatril.

Me quiere para que actъe como mecanismo de control. Pero la matanza parecнa haber consumido esa horrible oleada de lascivia que habнa distorsionado su rostro, allб en la calle. Ahora su mirada sуlo mostraba un interйs normal. Afortunadamente, Alys Vorpatril estaba demasiado absorta en sн misma para notar que la expresiуn de Bothari no era tan profesional como йl hubiese deseado.

— Aъn no ha aparecido la cabeza del bebй — les informу -. Pero ya falta poco.

Otro espasmo y despuйs de mirar a su alrededor, Bothari agrego:

— Serб mejor que no grite, seсora Vorpatril. Ya deben estar buscбndonos.

Ella asintiу con la cabeza y agitу una mano con desesperaciуn. Drou consiguiу un jirуn de tela, lo enroscу y se lo dio para morder.

Y asн permanecieron un buen rato, observando cуmo su ъtero se contraнa en un espasmo tras otro. Alys parecнa completamente atormentada, gritando en silencio, mientras las contracciones se producнan cada vez con mбs frecuencia. La cabeza del bebй asomу, con cabellos oscuros, pero pareciу atascarse allн.

— їCuбnto se supone que tarda esto? — preguntу Kou en una voz que tratу de parecer tranquila, pero sonу muy preocupada.

— Por lo visto prefiere quedarse donde estб — dijo Bothari — No desea salir con este frнo. — La broma logrу llegar a Alys; su respiraciуn jadeante no cambiу, pero por un momento sus ojos brillaron con gratitud. Con el ceсo fruncido, Bothari se acomodу junto a ella y apoyу una mano sobre su vientre, esperando la siguiente contracciуn. Entonces apretу.

La cabeza del bebй asomу entre los muslos sangrientos de Alys Vorpatril.

— Listo — dijo el sargento con satisfacciуn. Koudelka parecнa completamente aturdido.

Cordelia cogiу la cabeza entre sus manos, y logrу sacar el cuerpo en la siguiente contracciуn. El bebй tosiу dos veces, estornudу como un gatito en medio del silencio, inhalу y, con la piel ya mбs sonrosada, emitiу un grito exasperante. Cordelia estuvo a punto de dejarlo caer.

Bothari lanzу una maldiciуn.

— Dйme su espada, Kou.

Lady Vorpatril lo mirу desesperada.

— ЎNo! Dйmelo… Ўyo lo harй callar!

— No era eso lo que tenнa en mente — dijo Bothari con cierta dignidad -. Aunque no serнa mala idea — aсadiу al ver que los gritos continuaban. Extrajo el arco de plasma y calentу la hoja de la espada unos momentos, con la potencia baja. La estaba esterilizando, comprendiу Cordelia.

La placenta siguiу al cordуn en la siguiente contracciуn, derramбndose sobre la chaqueta de Kou. Ella la observу con disimulada satisfacciуn; era el mismo уrgano sustentador que fue objeto de tantas atenciones en su propio caso.

Tiempo. Este rescate ha consumido demasiado tiempo. їA quй han quedado reducidas las posibilidades de Miles ahora? їAcababa de cambiar la vida de su hijo por el pequeсo Ivбn? Aunque Ivбn no era tan pequeсo… con razуn habнa causado tantos problemas a su madre. Alys debнa contar con un arco pelviano extraordinario, o de lo contrario no hubiese logrado salir de esa pesadilla con vida.

Cuando el cordуn estuvo blanco, Bothari lo cortу con la hoja esterilizada y anudу esa cosa elбstica lo mejor que pudo. Luego secу al bebй y lo envolviу en una camisa limpia, para entregarlo finalmente a los brazos extendidos de Alys.

Alys mirу al bebй y comenzу a llorar con suavidad.

— Padma dijo… que tendrнa los mejores mйdicos. Dijo… que no habrнa dolor. Dijo que estarнa a mi lado… Ўmaldito seas, Padma! — Estrechу al hijo de Padma contra su cuerpo, y entonces lanzу una exclamaciуn de sorpresa -. ЎAy! — La boca del pequeсo habнa encontrado su seno, y al parecer tenнa la voracidad de una barracuda.

— Buenos reflejos — observу Bothari.


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