Escena primera
EntranMEDVEDENKO yMASCHA.
MASCHA.- ( Llamando.) ¡Konstantin Gavrilich! ¡Konstantin Gavrilich!... ( Mirando a su alrededor.) ¡No hay nadie!... ¡Y el viejo, venga a preguntar: ¿dónde está Kostia?... ¡No puede vivir sin él!
MEDVEDENKO.- Le asusta la soledad. ( Tendiendo el oído.) ¡Qué tiempo más espantoso!... ¡Dos días ya que llevamos así!
MASCHA.- ( Avivando el quinqué.) En el lago hay olas. Y enormes.
MEDVEDENKO.- ¡El jardín está de una oscuridad!... Habría que decir que desmontaran el teatro... Allí sigue, desnudo y feo como un esqueleto, y con el viento sacudiéndole el telón... Anoche, al pasar por delante de él, me pareció oír como si alguien estuviera llorando dentro.
MASCHA.- ¡Qué cosas! ( Pausa.)
MEDVEDENKO.- ¡Mascha! ¡Vámonos a casa!
MASCHA.- ( Moviendo negativamente la cabeza.) Yo me quedo aquí a pasar la noche.
MEDVEDENKO.- ( En tono suplicante.) ¡Vámonos, Mascha!... ¡Puede que nuestro chiquitín tenga hambre!
MASCHA.- ¡Tonterías! ¡Matrona le dará de comer! ( Pausa.)
MEDVEDENKO.- ¡Da pena!... ¡Esta es la tercera noche que va a pasar sin su madre!
MASCHA.- ¡Qué aburrido te has vuelto!... ¡Antes, por lo menos, te daba por la filosofía; pero ahora estás siempre con que si «el chiquitín», con que si «la casa»..., y no se te oye decir más que eso!
MEDVEDENKO.- ¡Vámonos, Mascha!
MASCHA.- ¡Vete tú solo!
MEDVEDENKO.- Pero ¡tu padre no me dejará el caballo!
MASCHA.- Sí te lo dejará. Pídeselo, que ya verás cómo te lo deja.
MEDVEDENKO.- Quizá me atreva a pedírselo... Entonces..., ¿vendrás mañana?
MASCHA.- ( Tomando rapé.) Bueno, sí... mañana. ¡Qué pegajoso!
Escena II
EntranPOLINA ANDREEVNA yTREPLEV . Este viene cargado con unas almohadas y una manta,y POLINA ANDREEVNA con las demás ropas de la cama. Después de depositarlo todo sobre el diván turco, TREPLEV se dirige a la mesa escritorio y se sienta ante ella.
MASCHA.- Y eso ¿para qué es, mamá?
POLINA ANDREEVNA.- Para Piotr Nikolaevich, que ha pedido le hicieran la cama en la habitación de Kostia.
MASCHA.- Traiga. Yo se la haré. ( Se pone a hacer la cama.)
POLINA ANDREEVNA.- ( Suspirando.) ¡Un viejo es como un niño!... ( Se acerca a la mesa escritorio y, apoyándose en ella, contempla los papeles manuscritos. Se sucede una pausa.)
MEDVEDENKO.- Entonces, yo me marcho. Adiós, Mascha. ( Besa la mano a su mujer.) Adiós, mamá. ( Hace ademán de besar la de su suegra.)
POLINA ANDREEVNA.- ( Con enojo.) ¡Vaya!... ¡Vete con Dios! (TREPLEV le tiende en silencio la mano. MEDVEDENKO sale.)
POLINA ANDREEVNA.- ( Mirando los manuscritos.) ¡A quién se le iba a ocurrir pensar que de usted, Kostia, saldría todo un escritor!... ¡Hele aquí ya, gracias a Dios, ganando dinero de los periódicos! ( Le acaricia el cabello con la mano.) ¡Y, además, se ha puesto usted guapo!... ¡Kostia! ¡Querido!... ¡Es usted bueno! ¡Sea más cariñoso con mi Mascheñka!
MASCHA.- ( Haciendo la cama.) ¡Déjale, mamá!
POLINA ANDREEVNA.- ( ATREPLEV.) ¡Es muy buena! ( Pausa.) ¡A una mujer, Kostia, le basta con que la miren con cariño! ¡Juzgo por mí misma! (TREPLEV se levanta de la mesa y abandona, en silencio, la estancia.)
MASCHA.- ¡Le ha enfadado usted! ¿Qué necesidad tenía de decirle todo eso?
POLINA ANDREEVNA.- ¡Me das lástima, Mascheñka!
MASCHA.- ¿Y qué falta me hace dártela?
POLINA ANDREEVNA.- ¡Mi corazón sufre por ti! ¡Lo ve todo! ¡Todo lo comprende!
MASCHA.- ¡Tonterías!... ¡El amor sin esperanza solo existe en las novelas! ¡Tonterías! ¡Lo que no hay que hacer es dejarse llevar y estar siempre aguardando algo!... ¡Si el amor brota en el corazón, lo que es preciso es arrancarle de él!... Me han prometido trasladar a mi marido a otra región. Cuando nos mudemos a ella, me olvidaré de todo. Me lo arrancaré de raíz del corazón. ( De un aposento lejano llegan los compases de un vals melancólico.)
POLINA ANDREEVNA.- Es Kostia el que toca. Ello quiere decir que se ha entristecido.
MASCHA.- ( Después de dos o tres silenciosos giros de vals.) Lo principal, mamá, es no tenerle delante de los ojos. Si conceden a mi Simion el traslado, créame que en un mes lo habré olvidado todo... ¡No son más que tonterías! ( La puerta de la izquierda se abre,y DORN yMEDVEDENKO entran, empujando el sillón en que está sentadoSORIN.)
MEDVEDENKO.- ¡Tengo seis personas en casa, y la harina está a setenta «kopeikas» el «pudd 5»!.
DORN.- ¡Pues redúcete!
MEDVEDENKO.- ¡Le resulta a usted fácil tomarlo a risa!... ¡Como a usted le sobra tanto el dinero que ni las gallinas lo quieren!
DORN.- ¿Dinero?... ¡En los treinta años que llevo desempeñando una profesión en la que no se tiene tranquilidad, ni se pertenece uno a sí mismo, ni de día ni de noche, tan solo llegué a reunir los dos mil rublos que me gasté recientemente en el extranjero!... ¡No tengo nada!
MASCHA.( A su marido.) Pero ¿no te habías marchado?
MEDVEDENKO.- ( En tono culpable.) ¿Qué le voy a hacer si no me dan un caballo?
MASCHA.- ( A media voz, con amargura y enojo.) ¡Si mis ojos no te hubieran visto!... ( El sillón es situado en la mitad izquierda de la habitación. POLINA ANDREEVNA, MASCHA yDORN toman asiento junto a él. MEDVEDENKO, con aire triste, se retira a un lado.)
DORN.- ¡Por cierto..., cuántos cambios habéis hecho! ¡Habéis transformado el salón en despacho!
MASCHA.- Konstantin Gavrilovich se encuentra aquí más cómodo para trabajar. Cuando quiere, puede salir al jardín y meditar. ( Se oye golpetear fuera el cayado del guarda.)
SORIN.- ¿Dónde está mi hermana?
DORN.- Ha ido a la estación, a buscar a Trigorin. Enseguida vuelve.
SORIN.- El que hayan ustedes considerado necesario hacer venir aquí a mi hermana, significa que estoy muy grave! ( Después de un silencio.) ¡Tiene gracia la cosa! ¡Estoy grave, y no se me da ninguna medicina!